La jornada inicia con el recojo en Cusco y nos dirigimos hacia el Valle Sagrado, nuestra primera parada será en el Mirador de Taray, un lugar bastante hermoso desde donde divisará la planicie del Valle Sagrado de los Incas conformado por terrenos agrícolas incas y contemporáneos. Seguidamente nos dirigimos a Pisac, un pintoresco pueblo en el corazón del Valle Sagrado. La atmósfera vibrante del mercado artesanal acoge a los visitantes, ofreciendo una amplia gama de productos locales, desde textiles hasta joyería en plata y oro de alta calidad. La mezcla de colores, olores y la artesanía tradicional crean una introducción cautivadora al viaje.

Nuestro próximo punto de parada será el Centro Arqueológico de Pisaq, edificado en la cima de una de las montañas que conforman la cadena montañosa del Vilcanota.

Después de explorar Pisac, nos dirigimos en el transporte hacia Urubamba, donde aguarda un almuerzo que celebra la riqueza de la gastronomía peruana. Rodeada de majestuosas montañas, Urubamba proporciona el escenario perfecto para disfrutar de sabores auténticos.

Posterior al almuerzo nos dirigimos hacia Ollantaytambo, que, con sus imponentes terrazas y complejo arqueológico, nos implica realizar nuestra próxima parada y visitarla. Las calles empedradas y el complejo arqueológico estratégicamente ubicados narran historias de estrategia militar y construcción ingeniosa. Los viajeros se sumergen en la historia inca mientras exploran este sitio fascinante.

Posterior a la visita de Ollantaytambo, el día culmina con un viaje en tren hacia Aguas Calientes “Machupicchu Pueblo”, la encantadora localidad al pie de la Ciudadela Inca de Machu Picchu. Después de instalarse en el alojamiento, los viajeros pueden disfrutar de una cena en uno de los restaurantes turísticos, saboreando delicias culinarias mientras anticipan el día siguiente.